COMPLICACIONES INFECCIOSAS
EN PACIENTES QUEMADOS PEDIÁTRICOS

Dres. M. T. Rosanova, G. Mudryck, M. Villasboas, H. Basilico, A. Murruni, F. Quarracino,
G. Pérez, V. Alvarez, H. Lopardo, A. Mónaco, G. Berberiano

RESUMEN
Las infecciones juegan un importante rol en la morbilidad y mortalidad asociada a quemaduras. La experiencia en pacientes pediátricos es escasa. Objetivos: Evaluar las características epidemiológicas, clínicas, microbiológicas y de evolución de pacientes pediátricos quemados. Material y métodos: Se realizó un estudio prospectivo, descriptivo de 51 pacientes quemados admitidos entre junio 2007 a junio 2008 en la unidad de quemados del Hospital Juan P. Garrahan. Resultados: la edad media de los pacientes fue de 48 meses (r: 3-241m), 36 p (70%) eran de sexo masculino. La superficie quemada fue entre 1% y 80% (mediana 25%). En 41p (80%) se diagnosticó quemadura de tipo B. Presentaron síndrome inhalatorio 27 p (53%). En 51 pacientes se diagnosticaron 115 infecciones. La sepsis relacionada con la quemadura fue el foco más frecuente: 53 casos (46%). En 19 casos la infección de la quemadura sin sepsis (16%). Bactieremia asociada a catéter en 15 casos (13%) y sólo bacteriemia en 2 p (2%), neumonía en 7 casos, (6%) osteomielitis en 3p (2%), infección urinaria en 8 casos (7%) y en 9 casos (8%) otras infecciones. Cuarenta y dos infecciones (36%) fueron causadas por P aeruginosa spp y 11 (10%) por Acinetobacter spp sólo sensibles a colistin. Infecciones fúngicas fueron detectadas en 22 casos (19%) El tiempo medio de hospitalización fue de 42 días (r: 8-139 d). Diez pacientes (20%) murieron con causas relacionadas con la infección. Conclusiones: Las infecciones juegan un papel importante en los niños quemados. Las infecciones relacionadas con la quemadura (con o sin sepsis) fueron las más frecuentes. Los bacilos Gram negativos multiresistentes fueron los más frecuentes lo que obligó al uso de colistín como única alternativa de tratamiento. La mortalidad de los pacientes estuvo relacionada con la infección .

394 Medicina Infantil 2009; XVI [PDF]