Linfoadenopatías periféricas: Diferencias entre
enfermedades benignas neoplásicas

Dres. R. Rocco, J. Fränkel, M. Villarreal*, A. Latella*, J. Braier

 

RESUMEN
Durante dos años, desde marzo de 1994 a marzo de 1996, se hizo un estudio prospectivo y longitudinal en 158 lactantes, niños y adolescentes que consultaron por una o más linfoadenopatías periféricas. El objetivo fue señalar diferencias entre linfoadenopatías benignas y neoplásicas. Los tres grupos diagnósticos y el número de pacientes fueron los siguientes: linfoadenopatías benignas 130, linfoadenopatías neoplásicas 20 y otros diagnósticos 8. En base a la anamnesis y el examen físico se establecieron diferencias significativas, valor de P≤0.05, a favor de linfoadenopatías<benignas para: fiebre, infección de las vías aéreas superiores, consistencia de goma, dolor y flogosis. Las diferencias significativas a favor de linfoadenopatías neoplásicas fueron: descenso de peso, ganglios de mayor tamaño, adhesión a planos subyacentes, asociación de dos o más grupos ganglionares, adhesión o maraña de ganglios, consistencia leñosa y localización cervical inferior-supraclavicular. Se halló puerta de entrada vinculada a patología infecciosa local o regional en 68% de las adenopatías inespecíficas y en todos los casos, excepto uno, de enfermedad por arañazo de gato. Diez pacientes con linfomas se presentaron asintomáticos, 6 tenían tres o más meses de evolución. Síndrome de la vena cava superior o síndrome mediastinal, dolor óseo, epistaxis, disnea, petequias, derrame pericárdico y derrame pleural, se registraron exclusivamente en las neoplasias. Linfoadenopatías de localización cervical inferior-supraclavicular solas o asociadas a otros grupos ganglionares hubo en 25 pacientes, de los cuales el 52% tuvo cáncer y el 20% otras enfermedades serias o progresivas. Las radiografías de tórax mostraron severo compromiso hiliar y o mediastinal en 9 de 16 pacientes con linfomas, 7 de ellos con adenopatías de localización cervical inferior-supraclavicular. Se hicieron 32 biopsias ganglionares a 31 pacientes, con las mismas se obtuvo un alto rendimiento terapéutico que fue del 59%. Conclusiones: en los pacientes sintomáticos es posible establecer diferencias entre linfoadenopatías benignas y neoplásicas, útiles para solicitar en forma precoz la biopsia ganglionar por escisión, cuando se sospeche enfermedad maligna o enfermedades serias o progresivas. En los casos con linfoadenopatías y asintomáticos, recomendamos la biopsia precoz si se comprueba crecimiento rápido y sin flogosis, en cinco a seis semanas si no disminuye el tamaño ganglionar y en ocho a doce semanas si el ganglio no regresa al tamaño considerado normal para su localización y la edad del paciente.

120- Medicina Infantil 1999; VI Nº 2 [PDF]

Area Ambulatoria - Mediano Riesgo. Servicio de Hematooncología
* Ex Becarios de Pediatría Ambulatoria.
Hospital de Pediatría Juan P. Garrahan.